martes, 21 de junio de 2011

Me gusta.

Sin duda me gusta la rebeldía de las gentes que estos días se están echando a las calles. Hay motivos. Sobran. El movimiento 15M ha sabido sortear algunos de los riesgos que más peligros entrañaban para la continuidad. Uno de ellos era desmarcarse de comportamientos violentos. Y las calles de muchas ciudades se llenaron el día 19, sacando mucha de la frustración y rabia acumulada. Mucha de esta rabia se está volcando contra los políticos. Sin matices. Y eso a alguno no nos gusta. Como no nos gusta el acoso a los parlamentos. Será por respeto a la expresión parlamentaria fruto del voto ciudadano. Y no por salvar a nadie, sino porque el rigor y el respeto democrático debiera ser una máxima de un movimiento que pretender regenerar la vida social y política de nuestro país. Y eso no quita un ápice a la denuncia de los límites de un sistema en el que los ciudadanos votamos y elegimos, pero estos se ven mediatizados de forma definitiva en su gestión por otros poderes, los económicos. Esto, sinduda,  debería llevar a un ejercicio de mayor honradez por parte de  los partidos políticos a la hora reconocer estos límites, para comparecer ante los ciudadanos diciendo con claridad cuales son sus propuestas en ese marco reducido, o con otras explicando que significa romperlos. Si la mayoría de los políticos son culpables de algo es de falta de claridad. Y eso no es bueno para la democracia. Pero cargar en exclusiva contra ellos, como si los graves males de nuestra sociedad fueran privativos de este colectivo y con responsabilidad repartida entre ellos a partes iguales, además de injusto, niega la realidad. Algunos políticos se corrompen y otros no. Y contra los corruptos hay que actuar de forma contundente, de la misma manera que hay que hacerlo contra los que los compran y pagan a cambio de forrarse con dinero público.  Contra estos nadie dice nada. Es una vergüenza que algunos políticos puedan compatibilizar cargos, acumulando salarios, pero nadie dice nada de todos los profesionales de la medicina, por ejemplo, que compatibilizan su trabajo en la seguridad social con consultas propias. O de los profesores universitarios que aún teniendo más que aceptables salarios compatibilizan su docencia pública con actividades privadas en forma de estudios, publicaciones, charlas, conferencias, cursos.. y a los que nadie controla qué parte de su tiempo público utilizan en sus actividades privadas ¿Cuántos de estos pluriempleados profes progres están en la movida y tienen varias fuentes de ingreso más allá de sus emolumentos públicos?. Nadie señala a la caterva de autónomos y empresarios que te ofrecen un servicio más barato….. sin factura y quitando el IVA. ¿Quién condena al ciudadano que entra en esas cuestiones para ahorrarse unas pesetillas?. La corrupción en nuestro país tiene hondas raíces y largos tentáculos. Son tan solo unos ejemplos.... Por eso pretender acusar de forma exclusiva, o con intensidad especial a todos los políticos es una generalización estúpida.  Como lo sería pretender equiparar el comportamiento de todos, funcionarios, autónomos, empresarios o ciudadanos
Pero los indignados tienen razón. Los jóvenes tienen razón. Los miles de personas que han salido a las calles tienen mucha razón. La política tiene que despojarse de mucho cinismo, de muchas actuaciones de corto recorrido o de intereses poco confesables, de mucha burocracia y de claves meramente internas. También de demagogia.  Pero hay que elevar el tiro, y señalar también y con más claridad  a los que de verdad se están forrando. Emplazar al sistema financiero, exigir más responsabilidad a los empresarios. Todos los que mandan tienen que recibir un mensaje claro; la sociedad exige de ellos mucho más.  No vale todo. Tienen, por que pueden, ceder parte de sus privilegios para  empezar a solucionar los problemas reales de miles de personas reales, que quieren una democracia más real.
Gentes rebeldes; mucho ánimo, mucho acierto, mucho aprendizaje, mucho sumar.  
Otra buena noticia; los sindicatos apoyaron las manifestaciones del día 19. Lo hicieron desde el respeto y buscando la convergencia en las movilizaciones contra las agresivas políticas europeas. Un buen camino la búsqueda de la convergencia entre lo que no han dejado de luchar, a su manera, y los que, también a su manera, se incorporan a la movilización.

jueves, 9 de junio de 2011

No me gusta.

No, no me gusta el tufillo. Y como alabanzas no les falta, a los de Democracia Real Ya alguna crítica hay que hacerles.. Tenéis que escuchar lo que pensamos algunos desde la lucha, de siempre,  por la ampliación de las libertades, de los derechos humanos, por la consolidación de la democracia. Aunque sea esta democracia que está demostrando sus imperfecciones, pero que supuso un gran avance sobre la dictadura que sufrimos con mucha dureza.  

Convoca este movimiento, manifestaciones para el día 19. Y pide adhesiones de todo dios . Pero, en su página web lo dejan bien claro:

"Para garantizar la neutralidad política de este movimiento ciudadano no se aceptará la adhesión directa de ningún partido político o sindicato. Invitamos a sus miembros a que participen en esta convocatoria de forma individual."

Queridos amigos de Democracia Real... ¿que es eso de la neutralidad política?. ¿Podriais explicarlo un poco mejor? RAE... neutral .. El conflicto existe y lo han provocado los poderosos, los poderes financieros, las grandes corporaciones generando una crisis de enormes dimensiones. El conflicto viene existiendo siempre por las contradicciones entre intereses diferentes. Y los intereses diferentes,  suelen tener su expresión política en opciones distintas, con diferentes propuestas, organizados en diferentes partidos.  ¿Sois neutrales en este conflicto generado por la contradicción entre capital y trabajo, ricos y pobres, sistema financiero y ciudadanía... que también tiene expresion política en propuestas diferentes?. ¿Sois neutrales entre las propuestas del Partido Popular y derechas nacionalistas (hay que recortar más) Partido Socialista (han recortado mucho) Izquierda Unida, ICV, CHUNTA, BNG, ERC y otros que han estado combatiendo políticamente la forma en que se está gobernando la crisis y que, con sus problemas y deficiencias, hacen propuestas para mejorar la democracia?.  Sois neutrales en el conflicto entre empresarios, que realizan insaciables propuestas para destruir derechos laborales  y sindicatos que, como pueden, en un momento muy jodido se afanan en construir diques para parar la enorme agresión...? El conflicto es el de siempre... ricos y pobres, poderosos y pringaos, y en ese conflicto viejo en el que muchos se han dejado la piel... vosotros ¿queréis ser neutrales?. Explicadme a que neutralidad os referís. ¿No estaréis cayendo en la trampa de la desinformacion que potencia el sistema, cayendo en todos sus topicazos?. O   habláis de no dejaros manipular...¿tan frágiles sois como para entender que la adhesión de partidos y sindicatos cuyos militantes y dirigentes (si también dirigentes aunque no os guste la palabreja) se han dejado la piel, os situa en zona de riesgo?. Por favor, un poco de mayor profundidad en el debate y en la reflexión. Sindicatos y Partidos, en la izquierda, por la izquierda y luchando por una sociedad más justa, que han saludado vuestra incorporación a su vieja lucha,  que os felicitan por las nuevas formas y os agradecen la sacudida a la coniciencia de muchos. Partidos y Sindicatos cuyos militantes (y dirigentes) han sufrido persecución y carcel por defender vuestro derecho a manifestaros y protestar... y que no tengo ninguna duda de que lo seguirán haciendo.¿La Democracia Real que defendéis pretende dejar al margen, en la clandestinidad, a los partidos y sindicatos.... ?. ¿No respetáis que en una sociedad democrática los ciudadanos y ciudadanas se organicen en partídos políticos para defender sus opciones, aunque sus funcionamientos claramente necesiten mejorar? ¿No admitís que los trabajodores se junten, se asocien, y den estabilidad y proyección  a su lucha,  creando sindicatos que defiendan sus derechos?. O sois tan soberbios que todos tienen que funcionar bajo los parámetros vuestros...  que todavía no está muy claro cuales son.  Me indigna. Sinceramente me indigna. No os entiendo. Los partidos de la izquierda nos os echarán nada en cara. Ni los sindicatos. Seguramente porque el respeto y cuidado con que os obervan, o las muchas críticas injustas que sufren, sobre todo cuando se movilizan,  les lleva a ser prudentes por no joderos. O tal vez sea  por una mirada paternalista, porque seguro que ahí, en esos partidos, en esos sindicatos, están muchos de vuestros padres, esos a los que vuestros hijos reconocerán su trabajo por la libertad... Callarán y cometerán un error. Porque su silencio no os ayuda a reflexionar y a debatir. Porque la ausencia de crítica tan solo alimenta la soberbia de alguno de vuestros dirigentes... que los tenéis.  Aunque lo neguéis o  ni os deis cuenta. Sinceramente, creo que el mayor riesgo a la manipulación lo tenéis al lado, creo que algunos ya sabéis a que me refiero.... . A muchos nos estais decepcionando y de la esperanza por la lucha de ampliar la democracia, nos está quedando la percepeción de un tufillo desagradable. No, no me gusta nada.  Estáis a tiempo de rectificar. Todos tenemos mucho que aprender, vosotros también. Si no buscais alianzas en los que objetivamente son los vuestros, la izquierda, lo vais a tener complicado. Neutralidad.....¡¡joder!!. Este que suscribe,  miembro de un Partido y un Sindicato, ambos de izquierda, no acepta vuestra invitación a título personal, auque estoy convencido que muchos de mis compañeros y compañeras, a pesar de todo, estarán a vuestro lado.

martes, 7 de junio de 2011

INDIGNADOS, pero mucho y desde hace tiempo.

9 de Septiembre de 2010. Miles de sindicalistas de base, en representación de sus empresas, INDIGNADOS, reunidos en la plaza de toros de Vistalegre de Madrid, dieron el pistoletazo a una Huelga General.

Cómo escribir determinadas cosas sin que se entiendan como reactivas al estupendo movimiento popular que está floreciendo los últimos días en las plazas de las principales ciudades de nuestra ciudad. Como decirlas sin que se interpreten como hostiles, cargadas de mal rollo o ni tan siquiera se pueda alentar la mínima sospecha acerca de  la simpatía que siento hacia esta miles de personas que han encontrado un cauce para demostrar su profunda indignación ante un estado de las cosas realmente deplorable. El hecho de que multitud de  personas indignadas, algunas de hace tiempo, confluyan en esta corriente primaveral y rompan con la tediosa monotonía del todo parece imposible y proclamen que cambiar el mundo es posible me parece fantástico. El que proliferen los jóvenes es genial. El debate, las aportaciones, el esfuerzo para llegar a consensos en unos ámbitos tan heterogéneos es un ejercicio encomiable, no demasiado practicado en organizaciones políticas que se mueven más por equilibrios internos de reparto de poder u orientados a la caza del voto, caiga quien caiga. Nunca tendrán el suficiente agradecimiento, aunque sea tan solo porque muchos que se sentían muy seguros en sus poltronas, se han sentido cuestionados de verdad y han sudado, aunque sea un poco.
Pero….. me indigna que se olvide con tanta facilidad que muchos ciudadanos y ciudadanas de este país, llevamos años indignándonos. Y que no solo nos hemos indignado sino que hemos tratado de canalizar esa indignación en movilización (si, movilización) y gestión política, social, solidaria, ecologista, sindical, pacifista….. Somos miles las personas que estamos organizados en innumerables organizaciones, aportando en asociaciones, en ONGs e incluso en parroquias, aportando de forma constante parte de nuestra energía, de nuestra vida, para transformar poco a poco, o mucho a mucho, aspectos de esta sociedad que nos repugnan, o para echar una mano a personas que en nuestro país o fuera de el las están pasando canutas.
Los sindicatos, por hablar de organizaciones que curiosamente son muy denigradas, llevan toda esta crisis peleando con el gobierno, con las empresas, con los bancos, arañando protección al desempleo para los parados y haciendo lo indecible para defender trincheras conquistadas con anterioridad, o construyendo otras cuando las anteriores corren riesgo de ser arrasadas por un enemigo demasiado potente. ¡Pero como se pueden olvidar los cientos de actos, de movilizaciones, de manifestaciones, de convocatorias de protestas en empresas, en los sectores, en las calles a los que hemos sido convocados por los sindicatos!
Como se puede entender ese trato simpático y amable (a mi me parece bien) que se da desde la mayoría de los medios hacia la movida guay de las acampadas y el trato borde,  árido que se ha destilado hacia todo lo que se ha meneado desde organizaciones de las que se sabe no templan gaitas, no se andan con tonterías, que negocian, que consiguen aunque no sea demasiado, que acuerdan, y que al día siguiente siguen a lo suyo acumulando fuerzas, porque saben que las agresiones van a seguir, sutiles o burdas, pero que siguen sin solución de continuidad. Como se puede desprestigiar a miles de honrados cargos públicos, juro que conozco a algunos, que se oponen o gobiernan como mejor entienden para sus vecinos, el dos más dos de las cuentas de muchos municipios… Espero que muchos de los recién incorporados a las movidas ciudadanas, placenteras (por lo de plaza ¿estará bien dicho?), no caigan en los pecados de la soberbia (un poco sorprendidos por acabar de descubrir la rueda) y la autocomplacencia (nosotros si que somos la ostia, tíos) en la que a menudo hemos caído “sus mayores”, descalificando el trabajo y la entrega, probada, cotidiana, persistente, nada compulsiva de miles de personas indignadas de casi siempre entregadas a la causa.
Millones de trabajadores hicimos una Huelga General hace bien poco. Unos tan solo la secundamos con el bajo costo del salario de un día. Otros sufrieron amenazas de sus empresarios y aguantaron el tirón no yendo a trabajar. Otros se la curraron durante días con asambleas en las empresas explicando los motivos y las alternativas. Algunos han estado en las mesas de negociación rascando lo que han podido. Todos merecen reconocimiento y respeto. ¡Joder, digamos con claridad que la indignación no es patrimonio de nadie!. Y a mí, con toda la simpatía y cariño, que procura no ser demasiado paternalista, hacia los indignados del 15 de Mayo para aquí, lo que de verdad me mola, lo que me emociona y motiva, es esa gente que se mueve SIEMPRE, algunos de ellos hoy también en las plazas, muchos de ellos en el barrio, en la calle, en la empresa…. Animo, que vosotros si que podéis.
Y todo lo dicho, no quita un ápice a la necesidad de reflexionar e introducir aire fresco en el funcionamiento, a veces viciado de muchas organizaciones encomiableas aquí citadas, que necesitan limpiar sus cauces para que las riadas encuentren salida y se traduzcan transformación social.