martes, 8 de noviembre de 2011

Que temporadita.

Mucho tiempo sin asomarme por esta ventana. Y eso que el verano ha dado mucho de si. Tanto que ha dejado en evidencia cualquier pretensión de recuperación económica. Tanto, que ha dejado, sobre todo,  en evidencia,  los imperdonables errores en los que han incurrido los que dirigen las políticas en Europa, ya no se sabe si eso etéreo y cuasi metafísico a lo que todo el mundo llamamos mercados, o los intereses de dos países de la Unión Europea – Alemania y Francia -  y su empeño en construirse escudos para no pagar un precio alto por la recuperación económico de los demás. Grecia en bancarrota, pringando al sistema financiero europeo, los bancos y cajas españolas apenas pueden disimular las enormes dificultades generadas por sus aventuras inmoviliarias ( ¡que sólido era nuestro sistema bancario!), Italia y España a un pasito de ser intervenidas. Un verano de susto. Y el otoño, sigue y suma.

He releído la  última entrada, en la que manifestaba mi desacuerdo con hacer leña de Zapatero, un árbol caído. Presidente todavía, en funciones, las hormigas del bosque ya lo han hecho desaparecer y tan solo queda de el una imagen fantasmagórica, que nos trae la tele de vez en cuando, casi una caricatura paseando, escasamente,  por la virtualidad mediática, reivindicándose vergonzantemente. No sabemos lo que se dirá de él pasados unos años. Sus predecesores navegan por ahí envueltos en un aura mítica y cada tontería que dicen, y a mi me parece que dicen más de una, es atendida y celebrada por una orilla o por la otra ( ¡ay Don Julio y sus orillas!) como revelaciones proféticas, a pesar de que ambos acabaron sus mandatos bastante desprestigiados. El tiempo parece suavizar los perfiles y las críticas aunque sea a base de olvidos. Así que es posible que veamos a Zapatero en las mismas no pasando mucho tiempo.
Y ahora Rubalcaba recoge el testigo PSOE como si todo el fiasco de las políticas económicas de los últimos dos años  no fuera con el. Porque a las mejoras habidas en ampliación de derechos de ciudadanía, que las ha habido, si que se apunta. La verdad es que valentía torera y endurecimiento facial si que requiere para lidiar en esta. Y vuelven en su apoyo los viejos roqueros, espectros, del pasado socialista. La generación ZP borrada del mapa. Pobre hombre, Rubalcaba, Alfredo para los amigos, esforzándose en ser convincente para explicarnos que hay que hacer lo contrario de lo que ha hecho, intentado criticar el programa electoral del PP por decir lo que ellos, psocialistas, han practicado con esmero antes; recortes y más recortes.

Una buena noticia en estos meses de ausencia. La otra izquierda, a trancas y barrancas, ha ido cosiendo acuerdos electorales que pueden permitir un castigo a las políticas vigentes, sin tener que recurrir al llamado voto útil para evitar males peores, y permitiendo una expresión política con posibilidades en algunas circunscripciones  en las que por separado era realmente difícil conseguir representación parlamentaria.

Bienvenidos los acuerdos. Merecen nuestro apoyo y nuestro voto.


jueves, 21 de julio de 2011

Hacer leña del árbol caído. El caso de Rodríguez Zapatero.


El corte de tronco con hacha, aizkona, es un deporte tradicional vasco. Su origen está en hacer leña, no en la tala de árboles. Para atacar los troncos, de considerable grosor, en competiciones que adquieren en ocasiones dimensiones espectaculares, los aizkolaris,  necesariamente ha de tener dotes de  auténticos atletas con una forma física extraordinaria; potentes brazos para asestar contundentes golpes con el hacha, asida  con manos fuertes y seguras, musculosas piernas para mantener el equilibrio sobre el tronco a cortar,  amplios pulmones, gran corazón, técnica adecuada,  mente equilibrada para dosificar óptimamente el esfuerzo, superar el decaimiento….
No, no es lo mismo que hacer leña del árbol caído, otro deporte de dimensiones más universales y para el que no es necesario acumular demasiadas virtudes y entreno.  
Astillar un árbol caído, a menudo antes venerado, fuera de toda competición, cuando ya lleva un tiempo pudriéndose en el bosque y todo tipo de alimañas gusanos, insectos hongos y bacterias ya han hecho una buena parte de su trabajo natural, no parece que tenga demasiado mérito. Cierto es que puede tener una cierta apariencia y puede justificar unas horas de dedicación. Pero de esa leña podrida, no se puede esperar demasiada fortaleza ni poder calorífico y en realidad, tarea con tan lucida apariencia, no hará sido sino una pérdida de tiempo que habrá impedido al mediocre leñador  acometer tareas realmente necesarias.
El Partido Socialista ha recibido un importante varapalo en las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Casi un millón y medio de votantes socialistas decidieron quedarse en casa o cambiar su orientación. El resultado  un desplazamiento hacia la derecha en el panorama político español.
¿Quién tiene la responsabilidad de esta derrota socialista?¿Donde reside la responsabilidad de la falta de rentabilidad política para las fuerzas a la izquierda del Psoe?.  No tengo una respuesta cerrada. Lo cierto es que estamos sufriendo una profunda crisis económica de dimensión internacional en la que, lejos de ponerse en cuestión el papel del sistema financiero en la misma, las economías de muchos países, entre ellos el nuestro, están sufriendo ataques despiadados, de carácter especulativo, en las subastas de la deuda pública, haciendo comprometer el pago de unos intereses que lastra el despegue económico y llega a comprometer a medio plazo la fiabilidad de esa deuda que se va acumulando.
Europa ha optado por  reducir de forma apresurada el déficit público  articulando políticas de austeridad,  reduciendo estado de bienestar, recapitalizando el sistema financiero con recursos públicos y pretendiendo incrementar la competitividad reduciendo salarios, pensiones y derechos laborales.  Y un mensaje claro a los países miembros de la Unión; no hay alternativas a los recortes, o los tomas o los tomas.
Ante la presión, la coacción, de los mercados la pregunta es que margen de maniobra tienen los estados, que posibilidades tiene la política… Y la respuesta no es gratificante, el margen aparente es escaso, cercano a lo nulo. Los Estados implementan políticas impopulares y, lo que es peor, inservibles para los teóricos objetivos que se persiguen.
Hay más preguntas; ¿Cuáles serían las políticas a adoptar de forma unilateral por un estado, por su gobierno, en caso de desmarcarse de las orientaciones de la Comisión Europea? ¿Qué consecuencias se deducirían? ¿Qué gobierno, de que orientación, puede, en serio y de forma efectiva,  encarar el chantaje de los mercados y negarse a las “recomendaciones” europeas? ¿Con que apoyo y movilización popular se puede parapetar una acción de gobierno disidente de los mercados? ¿Quién está dispuesto a explicar en su programa propuestas alternativas serias, consecuencias inmediatas para cada ciudadano y repercusiones para el futuro?.
Para mí que el problema no se encuentra tan solo en cuestiones de matiz, en fórmulas matizadas de gestionar. Hay un problema profundo, un agujero negro en el sistema. Y decirle a la gente que el problema no es que se reduzcan más o menos gastos sociales, que la nómina sea un poquito más menos gruesa o que la pensión suba unas décimas más o menos. Que el problema se encuentra en como se produce, el papel perverso que juega el sistema financiero, pero también en como se consume, en los valores de la apariencia fatua,  en el derroche, en la explotación de los países, en la sobreexplotación obrera en los países emergentes,  en la depredación del medio ambiente que nos trae el crecimiento económico sostenido.. ¿Quién está dispuesto a proponer un proyecto en el que se controla al sector financiero, pero también mayor austeridad para todos desde la perspectiva de los valores hegemónicos, con mayor riqueza en los valores solidarios y sociales? ¿Y quien lo propone para un país, el nuestro, so pena de esperar a que la confluencia de las mayorías políticas en los diferentes países de la Unión Europea lo permita?
Sin profundizar mucho más, y desde esta perspectiva, hacer leña de Zapatero como árbol caído, responsabilizándolo en exclusiva del desastre electoral,  puede pretender exonerar a otros de sus responsabilidades, pero además de poco práctico es profundamente injusto. Porque, ¿Cuántos ayuntamientos de mayoría socialista se han resistido a la tentación de financiarse a través del desarrollo inmobiliario, por medio de tasas, impuestos, cesiones de suelo, o por la especulación pura y dura?. ¿En cuantos podemos encontrar modelos de gestión social y medioambieltamente sostenible? ¿Cuántos presidentes de Comunidad Autónoma han manifestado diferencias con Zapatero antes de la evidencia de su desgaste político?
Ahora numerosos cargos públicos socialistas responsabilizan a Zapatero de su caída en desgracia. Se sacuden responsabilidades propias, individuales y colectivas, de un plumazo, diciendo que ellos lo han hecho genial, que su gestión ha sido excelente y que su pérdida de credibilidad es debida a las políticas económicas del Presidente. Y es posible que haya habido algo de eso. Pero no se puede explicar la pérdida de concejales en localidades en las  que se conocen todos los ciudadanos y lo que se hace en política, tan solo por el efecto Zapatero. Tampoco sería explicable el porque en algunos municipios los buenos alcaldes socialistas han revalidado incluso incrementado sus votos. Se precisa un mayor rigor y espíritu autocrítico. Hay que preguntarse que se ha hecho mal en lo concreto y en cada ámbito. Y hay que explicar, si tanto desacuerdo había, porque tanto silencio justo hasta el momento en el que el agua empezaba a inundar la bodega del barco.
José Luis Rodríguez Zapatero no ha sido un dirigente carismático que haya arrastrado a su partido a políticas ajenas a las asumidas por la mayoría de sus militantes. Es más, durante años, Zapatero ha sido acusado de falta de liderazgo y de errático. Pero cuando las cosas iban bien desde el punto de vista económico, la bonanza es capaz de engrasar casi todo. Rodríguez Zapatero, que, respondió a un afán de renovación política y generacional dentro del PSOE, no contó con las simpatías de la vieja guardia encabezada por Felipe González (este si que ejercía de carismático). Hay que reconocerle valentía en algunas cuestiones relacionadas con la ampliación de derechos de ciudadanía que ha permitido, tal vez con modestia, llevar la democracia en términos vitales para algunos colectivos. En la primera fase de la crisis mantuvo el empeño de proponer políticas socialdemócratas, pero Mayo de 2010 y la rebelión de los mercados, agotó su ímpetu, llevó sus acongojos a la garganta y, una vez caído es árbol en descomposición fácil presa de sus propios sustentadores convertidos ahora en leñadores de pacotilla. Así justificaran sus deficiencias, su responsabilidad política, su falta de alternativas, se quedarán como dios… pero a mi no me convencen.

martes, 21 de junio de 2011

Me gusta.

Sin duda me gusta la rebeldía de las gentes que estos días se están echando a las calles. Hay motivos. Sobran. El movimiento 15M ha sabido sortear algunos de los riesgos que más peligros entrañaban para la continuidad. Uno de ellos era desmarcarse de comportamientos violentos. Y las calles de muchas ciudades se llenaron el día 19, sacando mucha de la frustración y rabia acumulada. Mucha de esta rabia se está volcando contra los políticos. Sin matices. Y eso a alguno no nos gusta. Como no nos gusta el acoso a los parlamentos. Será por respeto a la expresión parlamentaria fruto del voto ciudadano. Y no por salvar a nadie, sino porque el rigor y el respeto democrático debiera ser una máxima de un movimiento que pretender regenerar la vida social y política de nuestro país. Y eso no quita un ápice a la denuncia de los límites de un sistema en el que los ciudadanos votamos y elegimos, pero estos se ven mediatizados de forma definitiva en su gestión por otros poderes, los económicos. Esto, sinduda,  debería llevar a un ejercicio de mayor honradez por parte de  los partidos políticos a la hora reconocer estos límites, para comparecer ante los ciudadanos diciendo con claridad cuales son sus propuestas en ese marco reducido, o con otras explicando que significa romperlos. Si la mayoría de los políticos son culpables de algo es de falta de claridad. Y eso no es bueno para la democracia. Pero cargar en exclusiva contra ellos, como si los graves males de nuestra sociedad fueran privativos de este colectivo y con responsabilidad repartida entre ellos a partes iguales, además de injusto, niega la realidad. Algunos políticos se corrompen y otros no. Y contra los corruptos hay que actuar de forma contundente, de la misma manera que hay que hacerlo contra los que los compran y pagan a cambio de forrarse con dinero público.  Contra estos nadie dice nada. Es una vergüenza que algunos políticos puedan compatibilizar cargos, acumulando salarios, pero nadie dice nada de todos los profesionales de la medicina, por ejemplo, que compatibilizan su trabajo en la seguridad social con consultas propias. O de los profesores universitarios que aún teniendo más que aceptables salarios compatibilizan su docencia pública con actividades privadas en forma de estudios, publicaciones, charlas, conferencias, cursos.. y a los que nadie controla qué parte de su tiempo público utilizan en sus actividades privadas ¿Cuántos de estos pluriempleados profes progres están en la movida y tienen varias fuentes de ingreso más allá de sus emolumentos públicos?. Nadie señala a la caterva de autónomos y empresarios que te ofrecen un servicio más barato….. sin factura y quitando el IVA. ¿Quién condena al ciudadano que entra en esas cuestiones para ahorrarse unas pesetillas?. La corrupción en nuestro país tiene hondas raíces y largos tentáculos. Son tan solo unos ejemplos.... Por eso pretender acusar de forma exclusiva, o con intensidad especial a todos los políticos es una generalización estúpida.  Como lo sería pretender equiparar el comportamiento de todos, funcionarios, autónomos, empresarios o ciudadanos
Pero los indignados tienen razón. Los jóvenes tienen razón. Los miles de personas que han salido a las calles tienen mucha razón. La política tiene que despojarse de mucho cinismo, de muchas actuaciones de corto recorrido o de intereses poco confesables, de mucha burocracia y de claves meramente internas. También de demagogia.  Pero hay que elevar el tiro, y señalar también y con más claridad  a los que de verdad se están forrando. Emplazar al sistema financiero, exigir más responsabilidad a los empresarios. Todos los que mandan tienen que recibir un mensaje claro; la sociedad exige de ellos mucho más.  No vale todo. Tienen, por que pueden, ceder parte de sus privilegios para  empezar a solucionar los problemas reales de miles de personas reales, que quieren una democracia más real.
Gentes rebeldes; mucho ánimo, mucho acierto, mucho aprendizaje, mucho sumar.  
Otra buena noticia; los sindicatos apoyaron las manifestaciones del día 19. Lo hicieron desde el respeto y buscando la convergencia en las movilizaciones contra las agresivas políticas europeas. Un buen camino la búsqueda de la convergencia entre lo que no han dejado de luchar, a su manera, y los que, también a su manera, se incorporan a la movilización.

jueves, 9 de junio de 2011

No me gusta.

No, no me gusta el tufillo. Y como alabanzas no les falta, a los de Democracia Real Ya alguna crítica hay que hacerles.. Tenéis que escuchar lo que pensamos algunos desde la lucha, de siempre,  por la ampliación de las libertades, de los derechos humanos, por la consolidación de la democracia. Aunque sea esta democracia que está demostrando sus imperfecciones, pero que supuso un gran avance sobre la dictadura que sufrimos con mucha dureza.  

Convoca este movimiento, manifestaciones para el día 19. Y pide adhesiones de todo dios . Pero, en su página web lo dejan bien claro:

"Para garantizar la neutralidad política de este movimiento ciudadano no se aceptará la adhesión directa de ningún partido político o sindicato. Invitamos a sus miembros a que participen en esta convocatoria de forma individual."

Queridos amigos de Democracia Real... ¿que es eso de la neutralidad política?. ¿Podriais explicarlo un poco mejor? RAE... neutral .. El conflicto existe y lo han provocado los poderosos, los poderes financieros, las grandes corporaciones generando una crisis de enormes dimensiones. El conflicto viene existiendo siempre por las contradicciones entre intereses diferentes. Y los intereses diferentes,  suelen tener su expresión política en opciones distintas, con diferentes propuestas, organizados en diferentes partidos.  ¿Sois neutrales en este conflicto generado por la contradicción entre capital y trabajo, ricos y pobres, sistema financiero y ciudadanía... que también tiene expresion política en propuestas diferentes?. ¿Sois neutrales entre las propuestas del Partido Popular y derechas nacionalistas (hay que recortar más) Partido Socialista (han recortado mucho) Izquierda Unida, ICV, CHUNTA, BNG, ERC y otros que han estado combatiendo políticamente la forma en que se está gobernando la crisis y que, con sus problemas y deficiencias, hacen propuestas para mejorar la democracia?.  Sois neutrales en el conflicto entre empresarios, que realizan insaciables propuestas para destruir derechos laborales  y sindicatos que, como pueden, en un momento muy jodido se afanan en construir diques para parar la enorme agresión...? El conflicto es el de siempre... ricos y pobres, poderosos y pringaos, y en ese conflicto viejo en el que muchos se han dejado la piel... vosotros ¿queréis ser neutrales?. Explicadme a que neutralidad os referís. ¿No estaréis cayendo en la trampa de la desinformacion que potencia el sistema, cayendo en todos sus topicazos?. O   habláis de no dejaros manipular...¿tan frágiles sois como para entender que la adhesión de partidos y sindicatos cuyos militantes y dirigentes (si también dirigentes aunque no os guste la palabreja) se han dejado la piel, os situa en zona de riesgo?. Por favor, un poco de mayor profundidad en el debate y en la reflexión. Sindicatos y Partidos, en la izquierda, por la izquierda y luchando por una sociedad más justa, que han saludado vuestra incorporación a su vieja lucha,  que os felicitan por las nuevas formas y os agradecen la sacudida a la coniciencia de muchos. Partidos y Sindicatos cuyos militantes (y dirigentes) han sufrido persecución y carcel por defender vuestro derecho a manifestaros y protestar... y que no tengo ninguna duda de que lo seguirán haciendo.¿La Democracia Real que defendéis pretende dejar al margen, en la clandestinidad, a los partidos y sindicatos.... ?. ¿No respetáis que en una sociedad democrática los ciudadanos y ciudadanas se organicen en partídos políticos para defender sus opciones, aunque sus funcionamientos claramente necesiten mejorar? ¿No admitís que los trabajodores se junten, se asocien, y den estabilidad y proyección  a su lucha,  creando sindicatos que defiendan sus derechos?. O sois tan soberbios que todos tienen que funcionar bajo los parámetros vuestros...  que todavía no está muy claro cuales son.  Me indigna. Sinceramente me indigna. No os entiendo. Los partidos de la izquierda nos os echarán nada en cara. Ni los sindicatos. Seguramente porque el respeto y cuidado con que os obervan, o las muchas críticas injustas que sufren, sobre todo cuando se movilizan,  les lleva a ser prudentes por no joderos. O tal vez sea  por una mirada paternalista, porque seguro que ahí, en esos partidos, en esos sindicatos, están muchos de vuestros padres, esos a los que vuestros hijos reconocerán su trabajo por la libertad... Callarán y cometerán un error. Porque su silencio no os ayuda a reflexionar y a debatir. Porque la ausencia de crítica tan solo alimenta la soberbia de alguno de vuestros dirigentes... que los tenéis.  Aunque lo neguéis o  ni os deis cuenta. Sinceramente, creo que el mayor riesgo a la manipulación lo tenéis al lado, creo que algunos ya sabéis a que me refiero.... . A muchos nos estais decepcionando y de la esperanza por la lucha de ampliar la democracia, nos está quedando la percepeción de un tufillo desagradable. No, no me gusta nada.  Estáis a tiempo de rectificar. Todos tenemos mucho que aprender, vosotros también. Si no buscais alianzas en los que objetivamente son los vuestros, la izquierda, lo vais a tener complicado. Neutralidad.....¡¡joder!!. Este que suscribe,  miembro de un Partido y un Sindicato, ambos de izquierda, no acepta vuestra invitación a título personal, auque estoy convencido que muchos de mis compañeros y compañeras, a pesar de todo, estarán a vuestro lado.

martes, 7 de junio de 2011

INDIGNADOS, pero mucho y desde hace tiempo.

9 de Septiembre de 2010. Miles de sindicalistas de base, en representación de sus empresas, INDIGNADOS, reunidos en la plaza de toros de Vistalegre de Madrid, dieron el pistoletazo a una Huelga General.

Cómo escribir determinadas cosas sin que se entiendan como reactivas al estupendo movimiento popular que está floreciendo los últimos días en las plazas de las principales ciudades de nuestra ciudad. Como decirlas sin que se interpreten como hostiles, cargadas de mal rollo o ni tan siquiera se pueda alentar la mínima sospecha acerca de  la simpatía que siento hacia esta miles de personas que han encontrado un cauce para demostrar su profunda indignación ante un estado de las cosas realmente deplorable. El hecho de que multitud de  personas indignadas, algunas de hace tiempo, confluyan en esta corriente primaveral y rompan con la tediosa monotonía del todo parece imposible y proclamen que cambiar el mundo es posible me parece fantástico. El que proliferen los jóvenes es genial. El debate, las aportaciones, el esfuerzo para llegar a consensos en unos ámbitos tan heterogéneos es un ejercicio encomiable, no demasiado practicado en organizaciones políticas que se mueven más por equilibrios internos de reparto de poder u orientados a la caza del voto, caiga quien caiga. Nunca tendrán el suficiente agradecimiento, aunque sea tan solo porque muchos que se sentían muy seguros en sus poltronas, se han sentido cuestionados de verdad y han sudado, aunque sea un poco.
Pero….. me indigna que se olvide con tanta facilidad que muchos ciudadanos y ciudadanas de este país, llevamos años indignándonos. Y que no solo nos hemos indignado sino que hemos tratado de canalizar esa indignación en movilización (si, movilización) y gestión política, social, solidaria, ecologista, sindical, pacifista….. Somos miles las personas que estamos organizados en innumerables organizaciones, aportando en asociaciones, en ONGs e incluso en parroquias, aportando de forma constante parte de nuestra energía, de nuestra vida, para transformar poco a poco, o mucho a mucho, aspectos de esta sociedad que nos repugnan, o para echar una mano a personas que en nuestro país o fuera de el las están pasando canutas.
Los sindicatos, por hablar de organizaciones que curiosamente son muy denigradas, llevan toda esta crisis peleando con el gobierno, con las empresas, con los bancos, arañando protección al desempleo para los parados y haciendo lo indecible para defender trincheras conquistadas con anterioridad, o construyendo otras cuando las anteriores corren riesgo de ser arrasadas por un enemigo demasiado potente. ¡Pero como se pueden olvidar los cientos de actos, de movilizaciones, de manifestaciones, de convocatorias de protestas en empresas, en los sectores, en las calles a los que hemos sido convocados por los sindicatos!
Como se puede entender ese trato simpático y amable (a mi me parece bien) que se da desde la mayoría de los medios hacia la movida guay de las acampadas y el trato borde,  árido que se ha destilado hacia todo lo que se ha meneado desde organizaciones de las que se sabe no templan gaitas, no se andan con tonterías, que negocian, que consiguen aunque no sea demasiado, que acuerdan, y que al día siguiente siguen a lo suyo acumulando fuerzas, porque saben que las agresiones van a seguir, sutiles o burdas, pero que siguen sin solución de continuidad. Como se puede desprestigiar a miles de honrados cargos públicos, juro que conozco a algunos, que se oponen o gobiernan como mejor entienden para sus vecinos, el dos más dos de las cuentas de muchos municipios… Espero que muchos de los recién incorporados a las movidas ciudadanas, placenteras (por lo de plaza ¿estará bien dicho?), no caigan en los pecados de la soberbia (un poco sorprendidos por acabar de descubrir la rueda) y la autocomplacencia (nosotros si que somos la ostia, tíos) en la que a menudo hemos caído “sus mayores”, descalificando el trabajo y la entrega, probada, cotidiana, persistente, nada compulsiva de miles de personas indignadas de casi siempre entregadas a la causa.
Millones de trabajadores hicimos una Huelga General hace bien poco. Unos tan solo la secundamos con el bajo costo del salario de un día. Otros sufrieron amenazas de sus empresarios y aguantaron el tirón no yendo a trabajar. Otros se la curraron durante días con asambleas en las empresas explicando los motivos y las alternativas. Algunos han estado en las mesas de negociación rascando lo que han podido. Todos merecen reconocimiento y respeto. ¡Joder, digamos con claridad que la indignación no es patrimonio de nadie!. Y a mí, con toda la simpatía y cariño, que procura no ser demasiado paternalista, hacia los indignados del 15 de Mayo para aquí, lo que de verdad me mola, lo que me emociona y motiva, es esa gente que se mueve SIEMPRE, algunos de ellos hoy también en las plazas, muchos de ellos en el barrio, en la calle, en la empresa…. Animo, que vosotros si que podéis.
Y todo lo dicho, no quita un ápice a la necesidad de reflexionar e introducir aire fresco en el funcionamiento, a veces viciado de muchas organizaciones encomiableas aquí citadas, que necesitan limpiar sus cauces para que las riadas encuentren salida y se traduzcan transformación social.

lunes, 30 de mayo de 2011

+ Democracia - Mercado

Si a algún demócrata le asusta toda eso del movimiento 15M, Democracia Real Ya, o como quiera que se le denomine,  hay que decir que lo realmente preocupante, lo que generaba incertidumbre e incluso un cierto acojono, es la ausencia de respuesta de la sociedad, sobre todo de los más jóvenes ante la gravedad del momento que estamos viviendo. Tan solo los Sindicatos habían establecido líneas de resistencias, con los límites que ha demostrado un largo período de movilizaciones, que no prendieron suficientemente en el conjunto de la sociedad, así como  la necesidad, inherente a la propia naturaleza del sindicalismo, de pactar acuerdos que, en tiempos de crisis, eviten daños mayores a la población trabajadora.

Los motivos de preocupación, van mucho más allá de unos recortes presupuestarios o de fórmulas más que discutibles para afrontar la salida a la crisis económica que nos azota, si esto se diera en el contexto de un debate puramente democrático y  no mediatizado.  Lo tremendo de todo esto, de la política en nuestro País y en Europa,  es que lo que parecían sólidos cimientos de un sistema democrático, acompañado en Europa de la construcción de un alto nivel de estado de bienestar, se están disolviendo como azucarillos en el agua.

Constatar el escaso, por no decir nulo, margen de maniobra de los gobiernos para desarrollar sus políticas de forma acorde a sus programas,  en principio  basados en las opciones votadas, de las presentadas por  las diversas concepciones ideológicas que perviven en una sociedad como la nuestra, produce algo más que preocupación. Tener la sospecha de que tu voto en la urna no va a ser el que decida de verdad, junto al de tus conciudadanos, cual la forma  en la que se va gobernar lo común, porque al final mandan los poderes económicos con su total capacidad de coacción, produce vértigo. Y lo de la sospecha, a casi se puede considerar una concesión retórica, porque es eso, el poder impositivo  de los mercados,  lo hemos podido comprobar de manera fehaciente, lo estamos constatando día a día.

Si a todo esto se añade a la ausencia de perspectivas razonables de  emancipación para miles de personas jóvenes,  o de condena al paro de millones de personas, el coctel que se va agitando puede parecerse a una sustancia letal.  

Lo que está en entredicho, cada día para más amplias capas de la población, es el carácter democrático de un sistema en el que nuestros gobernantes, alejados de sus propuestas y de sus electores, se dedican a tomar medidas lesivas para las mayorías, protegiendo, a golpe de presión y de decreto, los intereses de unas élites económicas que no se privan de hacer una cada vez mayor ostentación de voracidad, importándoles un huevo lo que se llevan por delante para saciarse.   

Lo que está en cuestión es la aplicación de los valores democráticos en unos países que, para más INRI, se empeñan en dar lecciones y certificados de modelos adecuados al resto del mundo.

No, las movidas de estos días en la calle en absoluto deben ser motivo de preocupación para ningún demócrata. Por el contrario, es una auténtica gozada que la frustración generada por el callejón sin salida de las políticas impuestas, se esté convirtiendo en clamor por una mayor y más real democracia. Los indignados toman las plazas, se organizan, debaten, elaboran propuestas programáticas de calado social y democrático, marcan a los políticos, les emplazan a cumplir sus obligaciones, a conectar más con la calle, a deshacerse de privilegios, a articular cauces nuevos de participación.

Si no participamos directamente, porque nos pilla cansados,  porque nos sentimos desplazados, o por un cierto puntito de escepticismo consecuencia por el mucho haber vivido tantas ilusiones fallidas, al menos observemos, a ser posible esperanzados que buena falta nos hace, para ver si de todo esto surge algo nuevo, que nos oxigene, que nos vaya alumbrando un mundo que empiece a ser mejor, que también nos hace buena falta.

 Esperanza, a pesar de que las votaciones del pasado día 22 no apunten un desplazamiento hacia la ampliación de los márgenes democráticos y sociales. Pero eso, aún estando en el mismo concierto, forma parte de otra canción.

viernes, 15 de abril de 2011

¿Es Alemania la pagana en esta crisis? José María Zufiaur

Artículo de José María Zufiaur, en La Factoría.

Está muy extendida entre la población alemana, según dicen quienes conocen bien aquel país, la idea de que Alemania es quien ha pagado el despegue –mediante los fondos estructurales– y quien también va a tener que pagar los despilfarros cometidos por esos países periféricos y manirrotos de la zona euro y, quien sabe si también en el futuro de otros como Italia o Bélgica. Esta es una creencia también bastante arraigada en los pocos alemanes con los que uno trata, aunque no en todos. Una convicción, por otra parte, que está extendida por todo el espectro político teutón, si bien creo que de manera desigual.
Lo más llamativo es que tal creencia tiene también un poderoso arraigo entre muchos no sólo no alemanes sino nacionales de los países a los que la UE, dominada por Alemania, está imponiendo una política de austeridad, de empobrecimiento y de retroceso social que nada tiene que envidar a la que durante décadas ha impuesto el Fondo Monetario Internacional a los países en desarrollo, siguiendo los postulados del “Consenso de Washington”.

miércoles, 13 de abril de 2011

Crece el paro..... y las horas extras.

El paro crece.  En los años que llevamos de crisis, el PIB, el total de la riqueza que se crea cada año, no ha sufrido una disminución, ni de lejos, proporcional a la disminución de las personas ocupadas.. Con dos millones y medio más de parados,   se sigue generando prácticamente igual de riqueza que antes de la crisis. Aunque no se crezca. Eso lo que llaman un aumento de la productividad.  Entre muchos  menos, hacemos  lo mismo; teóricamente cada uno de los que estamos trabajando, hemos aumentando nuestro ritmo de trabajo, además de rebajar nuestros sueldos.
Per la explicación no está en los sueldos.  Ni muchísimo menos. El caso es que la economía sumergida no deja de crecer. Y no se puede hablar tan solo, ni fundamentalmente, de el parado que cobrando la prestación hace alguna chapuza para complementar la miseria que le pagan. No, también estamos hablando del alargamiento de jornada que se está produciendo en las empresas. La pregunta es cuantas horas de menos se estan realmente trabajando, quien las trabaja y en que condiciones.
¿Es agluien capaz de realizar un estudio sobre la cantidad de horas extras que se están haciendo, y como han evolucionado a lo largo de la crisis? .¿ Sorprendería a muchos comproblar el hecho de que haya empresas en las que se estén trabajando jornadas de 10 o 12 horas diarias, mientras casi 5 millones de personas no pueden acceder a un empleo?. ¿Qué reforma sería  necesaria para que muchas empresas dejara de actuar  de forma fraudulenta, buscando la rentabilidad sumergiendo su economía a base de potenciar las horas extras,  porque estas les sale más rentable, porque el precio en cómputo puede salirle más barata que una hora ordinaria, porque se pueden fácilmente camuflar en gastos de viaje o dietaqss , o simplemente no declararlas?  ¿Qué reforma sería precisa para que los trabajadores no caigamos en esa miserable dinámica, que nos da pan para hoy y hambre para mañana? ¿Va a solucionar todo esto la reforma del mercado laboral? ¿Lo va a hacer la reforma de la negociación colectiva? ¿La de las cajas de ahorros? ¿A que están esperando los sindicatos para poner este problema encima de la mesa, en vez de echar balones fuera, hablando de economía sumergida como si eso no fuera con ellos, con los delegados y delegadas en las empresas que están viendo y consintiendo, cuando no practicando, esa perversa práctica de las horas “extraordinarias” de cada día?
A veces da la impresión, de que los sindicatos, los trabajadores organizados, con todas sus propuestas y movilizaciones bienintencionadas, estuvieran echando agua en una cesta, con mucho afán y  honradez, no tengo casi ninguna duda, pero el agua se va tan rápido como se echa. Cierto es que no es fácil, que los compañeros en el tajo tienen hipotecas que pagar y bocas que alimentar. Que vivimos en una sociedad que cultiva  ferozmente el individualismo y que eso dificulta las propuestas de acción colectiva.
 Pero en algún momento habrá que empezar a plantearse, que el problema no es tanto de cómo crece cada año la cantidad de riqueza que se genera (PIB), sino de cómo se reparte, como se garantiza el acceso a la misma para toda la población. Y eso vale también a escala mundial. Lo mismo es mejor no darse tantos golpes en el pecho y afrontar la situación con un poco más de seriedad y determinación, diciendo las cosas claritas, aunque sea dificil hablar de solidaridad y de que la solución a los salarios miserables no son las horas extras, haciendo cada día más, sino luchar por mejorar y disputarselo al empresario, en la empresa, en la calle y en la leyes. Porque no hay solución si no cambia el orden de las cosas. Porque no hay soluciones globales desde el punto de vista individual . Esto es difícil de explicar en los tiempos que corren. Pero nunca ha sido fácil.

sábado, 9 de abril de 2011

Libia, lo justo y lo injusto

Por Ignacio Ramonet en Le Monde  Diplomatique

Todos los pueblos del mundo
que han lidiado por la libertad
han exterminado al fin a sus tiranos."
Simón Bolívar




Los insurgentes libios merecen la ayuda de todos los demócratas. El coronel Gadafi es indefendible. La coalición internacional que lo ataca carece de credibilidad. No se construye una democracia con bombas extranjeras. Por ser en parte contradictorias, estas cuatro evidencias nutren cierto malestar, en particular en el seno de las izquierdas, con respecto a la operación Amanecer de la Odisea comenzada el pasado 19 de marzo.
La insurrección de las sociedades árabes constituye el mayor acontecimiento político internacional desde el derrumbe, en Europa, del socialismo autoritario de Estado en 1989. La caída del muro del Miedo en las autocracias árabes es el equivalente contemporáneo de la caída del muro de Berlín. Un auténtico terremoto mundial. Por producirse en el área de mayores reservas de hidrocarburos del planeta, y en el epicentro del "foco perturbador" del mundo (ese "arco de todas las crisis" que va de Pakistán al Sahara Occidental, pasando por Irán, Afganistán, Irak, Líbano, Palestina, Somalia, Sudán, Darfur y Sahel), su onda de expansión modifica toda la geopolítica internacional.

viernes, 8 de abril de 2011

Sindicalismo de clase y corporativismo.



Los sindicatos están para defender los intereses de los trabajadores. Los sindicatos con visión global, los de clase, para defender los intereses globales, los de todos. El problema surge cuando los intereses concretos de los trabajadores de un sector chocan con los del resto.  Y lo jodido es cuando los primeros, con fuerza corporativa, imponen sus criterios al resto. Así sufrimos lo de los controladores, lo de los maquinistas de tren, lo de los pilotos de avión, médicos,  y un etcétera de profesiones, con alto poder coactivo por su situación clave en los sectores productivos o en la sociedad, que acaban imponiendo sus reivindicaciones sin demasiado esfuerzo, ni pérdida en jornadas de huelga para sus nóminas, y a costa del total de contribuyentes, trabajadores menos privilegiados que ellos.

Mirando de reojo.


Se destruyen empresas, pero los beneficios empresariales crecen mucho más que los salarios. Las altas tasas de desempleo nos deja helados. El nivel de confianza de los ciudadanos en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones  e instituciones  que configuran el sistema democrático, está por los suelos. La corrupción atraviesa todo. Y a todos, injustamente, pone bajo sospecha. Los bancos y cajas tienen dificultades (pero no los banqueros y los gestores). El mundo está en guerra. A los dictadores corruptos de los países les encorren los ciudadanos por las calles. La democracia financiera y especulativa se apresta a ayudar a los pueblos (no vaya a ser que se emancipen de verdad), pero tan sólo ahí donde consideran oportuno, por inconfesables intereses geoestratégicos, control de la energía…La crisis económica sigue galopando fuerte en occidente. Europa implementa planes de austeridad (la rebelión más eficiente contra ellos ha sido la de los eurodiputados en contra de la austeridad propia) . Uno no puede dejar de mirar de reojo a la calle, intuyendo un descontento creciente y profundo, a ver por donde puede acabar estallando todo esto.

jueves, 24 de febrero de 2011

Iber Telefonía y la Caja.

Noticia de hoy, Telefónica, ahora Movistar,  incrementa sus beneficios y el reparto de dividendos a sus accionistas, en época de crisis. Estupendo, el negocio de la telefonía y la situación de semi-monopolio de la que disfruta esta compañía, goza de una salud excelente a golpe de facturas de escándalo, en telefonía móvil, en acceso a Internet y también en telefonía fija, con unas cuotas mensuales altísimas y con cobros de alquiler de teléfonos que los usuarios acabamos pagando multiplicando por muchas cifras su coste real. De repercutir esos beneficios en nuevas líneas de actuación empresarial que ayuden a empujar la economía de este nuestro solar patrio, ni hablar.
Empezando bien el día, con buenas noticias económicas  para algunos, y sin que esto tenga repercusión para la sufrida ciudadanía. A buen seguro a los millones de parados de este país compartirán la alegría por esta noticia.
Como esa mujer sin empleo que hoy ha ido a pagar unas tasas para la Universidad y lo tiene que hacer (obligatoriamente) por medio del ingreso en una entidad financiera (caja de ahorros para más señas, si de esas que ahora se quieren convertir a bancos y  a los “progres” nos inquieta  porque aquello de cercanía a la ciudadanía, bla bla bla etc etc.). Pues bien esa ciudadana en el paro se ha encontrado con una oficina vacía, sin ningún cliente (¡que suerte!), pero con la negativa  por parte de la oficina para hacer la transferencia. Vuelva usted cualquier otro día de 8 a 10,30 y de Lunes a Jueves, le han dicho, andes de seguir con el soduku. Pero…. A ver… ¿Qué me está diciendo? No tiene usted ni una sola persona que atender en esta ventanilla y me obliga a venir otro día y con restricciones de horario…. Si, esa es la accesibilidad de las Cajas, esas a las que algunos estamos defendiendo porque las quieren “privatizar” (no son públicas), porque el sector financiero más privado les quiere echar el bocado…. Que le expliquen a esa ciudadana sin empleo y cabreada de que va todo esto. Que le pregunten como solucionaría ella esa gestión de atención (agresión) al cliente, basándose en  propia experiencia laboral en la empresa privada de verdad. Lo cierto es que cada día nos tratan menos como a ciudadanos y más como a borregos. Y tragamos. A lo sumo erramos el tiro disparando contra lo que pillamos mas cerca. IberCaja es la principal entidad financiera en Aragón, con oficinas en toda España y, dicen, no tienen problemas. La fe, nos enseñaron, es creer lo que no se ve. Incluso en lo contrario de lo que se ve.

lunes, 21 de febrero de 2011

De nuevo el PP y el trasvase el Ebro.

El Partido Popular del País Valenciano parece empeñado en resucitar el trasvase del Ebro. Francisco Camps quiere contar con su homónimo del Gobierno murciano en este nuevo renacer del trasvase. Siguen con la misma de siempre; esto de los trasvases es cuestión de solidaridad.  Nada que ver con el equilibrio ecológico de las cuencas y nada que ver con la garantía de desarrollo para todas las comunidades autónomas. Preferible jugar a la demagogia de un desarrollismo agrario, poniendo en explotación tierras cultivables de secano generando ampliación de la demanda y expectativas de riego futuras, o al más lucrativo de la expansión inmobiliaria, que permite mayores márgenes de lucrativas compra y venta de voluntades políticas.
El Sr. Camps se saca de la manga nada menos que cambiar el concepto de cuenca, de las que hablan las directivas europeas en materia de gestión de recursos hídricos, para (alucinante) buscando el apoyo de la Canciller Europea, perdón quise decir Alemana,  cambiarla por el concepto “vertiente”. Así en España, hablaríamos de tres vertientes, mediterránea, cantábrica y atlántica a la hora de, por ejemplo, hablar de trasvases. Ya no importaría desecar la cuenca de un río, para alimentar la de otro, siempre cuando estuvieran en la misma vertiente. Y en todo este negocio, habría comunidades (por ejemplo en el arco mediterráneo) destinadas a ser receptoras de agua para desarrollar su industria, turística y de la otra, y su agricultura intensiva. Mientras, otras (por ejemplo Aragón) estaría destinada a ubicar más y más pantanos, envases para el agua y generadores de electricidad, utilizables, eso si solidariamente, por otros. No está mal. Y tal como vienen las cosas es posible que el PP acabe gobernando Aragón y después España. Con esa conjunción política estamos apañados. Eso sí, es posible que el PAR siga gobernando (nunca ha dejado de hacerlo), gestionando la depuración de aguas, las empresas públicas del ámbito forestal y lo que venga a pelo. Al menos igual impulsan una línea o dos de metro en Zaragoza. Seremos “modernos” y “solidarios” a la fuerza, pero sin futuro. ¿Que dirá de todo esto el PP de Aragón? ¿Que nueva pirueta hará Biel (PAR) para justificar un gobierno con la otra derecha?

jueves, 3 de febrero de 2011

Cosas que pasan en este país.

La Merkel en España. Felicitando al gobierno de Zapatero por ir por el buen camino. Botín diciendo que las cosas van a ir mejor porque se están tomando medidas. Y todos, tan felices, nos lo creemos. Nos lo hemos creído ya antes, a juzgar por el mejorable grado de intensidad de las movilizaciones de este país. Y aquí no cabe echarle culpa a los sindicatos, que estos no han dejado de convocar y de movilizar a sus activos sindicales. Así son las cosas. Ni una sola de las medidas adoptadas por el gobierno, son objetivamente suficientes, ni siquiera necesarias, para superar la crisis. ¿Alguien podría explicar en que contribuye a la economía y el empleo despedir más barato?. ¿De verdad la supervivencia de una empresa depende de esto? A la Sra. Merkel y al Sr. Botín les gustan las sociedades con menos protección, con menos derechos, con más posibilidades para enriquecer más a los más ricos, empobreciendo más a los más pobres. No es casual, ellos son de los primeros, los representan y defienden sus intereses. Nada de lo hecho por Zapatero en el último año favorece realmente la economía. Son tan solo gestos de sumisión a los tan mentados mercados. Presión, amenazas, chantaje, intervenciones para encarecer la deuda del estado, vueltas de tuerca a todo lo que huela a protección a la gente normal. Agresión al estado de bienestar, ahora las pensiones agarrando de los genitales a los sindicatos, sabiendo de sus limitaciones y poniéndolos contra las cuerdas….. Todo va bien. El PSOE se hunde.  Nadie recupera a la izquierda lo suficiente para generar una alternativa de gobierno decente y creíble. Una izquierda se rinde sin condiciones, por mantener la silla, la corbata y el coche oficial.
Y otra con juegos florares y a menudo con unos mensajes que no entiende ni dios y que tan solo contentan a aquellos sectores que ocupan más su energía en emprender carreras dialécticas para ser más rojos que nadie, eso si, casi siempre de boquilla y a veces de estética. Cuesta poco ser radicalillo de paseo, un palestino y una camiseta del Ché te lo apaña.  Y si de paso le das collejas a la “burocracia” sindical (pero no a la suya, a la de otros)  quedas como dios y te vas tranquilo a dormir. Vamos, cosas de casi siempre. Mientras, la  ciudadanía tocando el violón, poniéndose de perfil y echando la culpa a lo que pillan más cerca…… al concejal de su pueblo, al alcalde de su barrio, al delegado sindical de su empresa, al cura de la parroquia, al de la ventanilla del banco….Algunos, además de forrarse, se deben estar descojonando de la risa y derritiéndose de placer. Y si, yo también hubiera firmado el acuerdo de pensiones. Al menos los sindicatos han sabido limitar una agresion muy muy fuerte.

viernes, 28 de enero de 2011

Pensiones. Yo firmaría.


El endurecimiento de las condiciones para tener derecho a una pensión y por lo tanto la disminución  de expectativas para algunas de ellas, o la necesidad de ampliar años de cotización para mantenerlas es, en términos castizos, una auténtica putada. Y además, como bien han dicho, y siguen diciendo los Sindicatos, no tiene utilidad alguna para superar o tan siquiera suavizar la actual situación de crisis.
No envidio a los sindicalistas que tienen que decidir sobre la firma de  este recorte, ni a todos aquellos que se van a ver en la necesidad de tener que explicar el acuerdo o la falta del mismo. 

Y sin embargo, aún siendo consciente de nadar a contracorriente en el flujo de los estados de opinión que se están generando en una parte de las izquierdas, tengo que decir, con toda honradez, que yo firmaría  sin dudarlo demasiado. Ahora arrójenme  ustedes todos los huevos digitales que crean oportuno y después,  si tienen a bien, sigan leyendo algunas breves líneas argumentales de porque me decanto por el aplauso a la valentía de lo sindicalistas.

1.- El sistema público de pensiones, tal y como se ha ido configurando en los últimos años con un amplio consenso social y político, tiene bajo mi punto de vista alguna ventaja.  Es un sistema de reparto, que se financia con las cuotas los que aspiran a generar el derecho a una pensión en su vejez. Su pervivencia está basada en lo que se da en llamar  solidaridad intergeneracional, es decir, las cotizaciones de las generaciones activas laboralmente en este momento, son las que financian  las pensiones de los que trabajaron ayer, y serán las de las generaciones que, por edad, todavía no están en el mercado laboral, las que pagarán las pensiones de los cotizantes actuales.

2.- Los sindicatos han hecho siempre una apuesta por este sistema y no por otro que pudiera sustentar su financiación por la vía de los impuestos. Me parece una apuesta inteligente,  porque financiar el grueso de las pensiones a través de los presupuestos del estado, supondría poner en el eje del debate político de cada año, y al socaire de los equilibrios parlamentarios,  algo tan importante como las pensiones. En cada período electoral, las pensiones correrían el riesgo de convertirse en un objeto de mercadeo demagógico en manos de  partidos políticos muy mediatizados por el corto plazo de los ciclos electorales. Cada presión política para financiar otras “prioridades” clientelistas pondría en la picota el pago de las pensiones. Cada ciclo de crisis podría cargarse, a través de decisiones presupuestarias de regate corto,  todo un sistema de protección que puede garantizar a las personas una vida mínimamente digna una vez agotada su trayectoria laboral. Ejemplos ya los tenemos con la protección a los parados, con los servicios sociales, con las subvenciones a las organizaciones que se dedican a paliar necesidades de la población más desfavorecida,  o con el incipiente sistema de atención a la dependencia.

3.- Es cierto que los que arguyen la demografía como una terrible amenaza que hace inviable un sistema de estas características, exageran sus efectos y no tienen en cuenta algunos factores importantes. Pero no es menos cierto, que la previsible evolución de la pirámide poblacional y por tanto de los cotizantes a la seguridad social, introduce  algún elemento de inquietudo acerca de sostenibilidad a corto y medio plazo.  El que vaya a aumentar el número de pensionistas y, de forma muy importante,  cuando se vayan jubilando los nacidos en los años del “baby boom”, que además han mejorado las carreras de cotización de sus predecesores, va a hacer, como dicen los sindicalistas, que “el sistema tenga en los próximos años el reto de pagar más y mejores pensiones”. Y tienen razón.

4.- Los agoreros catastrofistas, que auguran un desastre a corto plazo  llevan muy a menudo detrás de si intenciones poco confesables para cargarse el sistema y sustituirlo por otro de capitalización, que beneficie a los bancos.  Pero los que miran a otro lado diciendo que no pasa nada, que no hay riesgos y que cuando los haya ya se verán, de imponerse sus criterios, nos llevarían a la quiebra del sistema actual en no demasiado tiempo. Ya sé que no está de moda decirlo, pero me temo que los sindicatos tienen una visión mucho más equilibrada, basada en un conocimiento profundo del sistema de pensiones y de un estudio bastante riguroso de su previsible evolución.

4.- Desde el punto de vista de los ingresos, la apuesta de un sistema basado en las cotizaciones tiene,  necesariamente, que ser una apuesta por el estímulo a la contribución al sistema por parte de las personas durante el mayor tiempo y por la mayor cuantía posible, de su vida laboral. Eso tiene una relación directa con la cantidad y la calidad del empleo. Solo así puede garantizarse su supervivencia durante muchos años, ahuyentando los fantasmas de la quiebra y de la privatización.  Solo así, y con una cierta moderación del gasto en los tramos más altos, que no ponga en riesgo la equidad, podrá sobrepasarse el “bache financiero” que de forma inevitable tendrá que afrontarse hasta que vayan desapareciendo las generaciones que nacieron en la explosión demográfica de los años 60, sin caer, y eso es importante, en la generalización de financiar a través de impuestos, que podría desvirtuar esa apreciable característica de autofinanciación, que aporta autonomía y blindaje de las coyunturas políticas.

5.- Ampliar el periodo de cálculo para la base reguladora de la pensión, puede tener algún efecto negativo para los trabajadores que al final de su vida laboral tienen una mayor cotización. Pero teniendo en cuenta los índices correctores con los que se calcula la base reguladora, para aquellos que tienen un trabajo menos estable, con periodos de baja cotización y problemas para trabajar en la última parte de su vida laboral, esta medida les va a favorecer. Para las personas con una cotización estable a lo largo de su vida laboral, esta modificación no tiene efectos negativos.

5.- Los recortes contemplados en el principio de acuerdo seguramente ha ido más allá de lo necesario para el sistema en estos momentos. Sin la situación de crisis que se ha cruzado y la presión de las políticas europeas de ajuste, sin el chantaje dificilmente soportable del sistema financiero internacional, y sin la conversión de Zapatero a las políticas liberales, es dificil concebir un acuerdo de estas características. Pero, aunque parece que cuesta reconocerlo, los sindicatos han conseguido limitar de forma importante la agresión profunda que el Sr. Zapatero y su gobierno nos tenía preparada; la obligatoriedad y generalización de la jubilación a los 67 años, con la necesidad de más de 40 años para tener derecho al 100% de la base reguladora. Han abierto otras fórmulas de jubilación ordinaria a los 65 y 66 años, eso si,  con mayor exigencia de años cotizados. Se mantienen posibilidades de jubilación a los 60 y 61 años, y se abre el derecho subjetivo a jubilación anticipada a los 63 años. Es cierto que para todo esto hay mayores exigencias de años cotizados y obligará a pensar en carreras contributivas más largas. Y eso, hay que decirlo, va a añadir dificultades a algunas personas con problemas para mantener ininterrumpidamente tantos años de cotización. Harían bien los sindicatos en ir pensando que fórmulas pueden paliar estos perjuicios. Pero también va a desincentivar la decisión de trabajar “en negro” planificando la pensión futura con cotizaciones solamente en los últimos años de la vida laboral. Y esto tiene al menos dos efectos positivos; incrementará los ingresos del sistema haciéndolo menos frágil y por otro lado genera más derechos para los cotizantes de cara a su jubilación.

6.- El acuerdo ha paralizado otra pretensión del gobierno con efectos muy graves para los bolsillos de los trabajadores. El famoso rollo de la eliminación de la ultraactividad de los convenios, que quiere decir algo tan sencillo como cargarse del convenio, al término de su vigencia, todo (sí, todo) lo conseguido en anteriores negociaciones, dejando el contador a cero cada término de vigencia. Vamos, un chollo para los empresarios. De haberlo conseguido, es fácil deducir una bajada drástica y generalizada de las condiciones de trabajo y de los salarios. En consecuencia una disminución de las cotizaciones a la Seguridad Social, y por vía indirecta, pero eficiente y rápida, de las pensiones de futuro.  Si alguien argumenta que era un farol por parte de Zapatero, tan solo tiene que fijarse en la reforma laboral, que acometió sin acuerdo y que está generalizando un despido más barato e innumerables descuelgues de convenios en las empresas. Algunos pensaban que no se iba  a atrever.

Me ha sorprendido en positivo, tengo que decirlo,  el que los sindicatos hayan conseguido mantener algunas fórmulas de jubilación anticipada y no se haya tocado la jubilación parcial con contrato de relevo, que permite una jubilación anticipada en torno a los 61 años, sin penalización, para amplios colectivos, con contratos de relevo que favorecen la incorporan de jóvenes al mercado laboral.

El acuerdo no es una maravilla. Y los sindicatos van a tenerlo crudo para explicarlo a sus bases. Pero contextualizado en una profunda crisis económica, en la cresta de una ola de conservadurismo, con una gran resignación social y tras un largo período de movilizaciones de “eficacia variadilla”, es un buen acuerdo. Así que, sin que sirva de precedente y seguro que a contracorriente (una vez más), enhorabuena sindicalistas, habéis hecho un buen trabajo en un campo plagado de minas. Y mucho ánimo que esto sigue.

Olmo Grande.