La semana pasada, en el Consejo de Ministros, el gobierno adoptó una serie de medidas. Algunas de ellas tremendamente antipopulares. Dilapidar patrimonio público para venderlo a empresarios privados, suprimer la misérrima ayuda a parados de 426€ y reformar las pensiones para que nos jubilemos a los 67 años, si llegamos hasta entoces con curro. Y... mira por donde, además deciden meterle mano a los controladores. Ese colectivo chulito como los toretes jóvenes, a los que, se sabe, les enseñas el trapo rojo y salen enfurecidos. Los han provocado y ellos, acostumbrados a salirse con la suya han entrado al trapo, saltándose las reglas que el resto de los mortales tenemos que respetar para realizar una huelga. Al final militarizados y a currar. Y el gobierno:
1. Putea a los controladores. Y como se lo tienen bien merecido, el resto de la ciudadanía, aplaudiendo hasta con las orejas.
2.- El resto de las medidas, antisociales, antipopulares y que van a suponer una auténtica faena para el común de los curritos teniendo que dar dos años más de tu vida al sistema para poder jubilarte, y a los parados sin protección a los que se les roba 426 euritos, los únicos que les quedan, todo esto pasa desapercibido.
3.- Desprestigia las huelgas. Esas que el resto de los ciudadanos de este pais, las pocas veces que las hacemos, tienen que ser convocadas con días de antelación, imponen servicios mínimos abusivos y descuentan las pelas a fin de mes.
Unos maestros. Estos del gobierno son unos maestros. Lo que pasa es que lo tienen jodido. Parece que las encuestas no les van muy bien.
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