martes, 14 de diciembre de 2010

Manda huevos.


Si, manda huevos la que estamos soportando con los mercados. Si en algún momento hemos abrigado la esperanza, quien sabe si viviendo en una cómoda ingenuidad, acerca de la posibilidad de ampliar márgenes democráticos, de hacer que el impulso democrático de la Constitución del 78 pudiera verse renovado con un contenido más social, con mayor participación y mas cercano  a las necesidades de la ciudadanía, la más cruda realidad nos ha estallado en la cara. Aqui no mandan los ciudadanos, ni siquiera son tomados mínimamente en cuenta. Tampoco mandan los partidos políticos, ni sus dirigentes, ni los diputados, senadores, ministros, representantes varios a los que hemos votado, depositando en una urna nuestra más que devalúada soberanía. No mandan las fuerzas de seguridad, ni los ejércitos, ni otros poderes  nacionales a los que siempre calificamos de "fácticos" quedando su identidad en una nebulosa. Ni falta que hace y toca madera. Que va, aquí los que manda son los mercados. Cada vez que los "mercados financieros" exigen medidas en contra de sus programas a los gobiernos votados por los ciudadanos, nos están inflingiendo un golpe de estado. Sin exagerar. Y para eso no necesitan de pronunciamentos por las armas, ni suprimir sobre el papel la Constitución,  ni siquera (por ahora) de encarcelar ni torturar a nadie. Sustituyen a la voluntad popular, la cuestionan radicalmente, desde un traje, una corbata y un aspecto respetable, con tan solo elevar el famoso precio los bonos de la deuda pública.  Si, suena duro, pero estamos sufriendo golpes de estado, no al uso, basados en terribles chantajes a las economías de los países,  pero muy eficaces para imponer los intereses de unos pocos, a costa de sacrificios de los muchos. Y nuestros "demócratas"  les hacen el juego sumisamente, renunciando a sus propias políticas, acogiendo con devoción los dictados de los "mercados".  Tragan, colaboran y participan negligentemente a una devaluación de los valores democráticos, que tarde o temprano pasará factura. ¿Cuanto tiempo vamos a aguantar la ciudadanía las consecuencias de todo esto?. ¿Cuando nos decidiremos a decir de forma colectiva y contundente ¡basta ya!? Por ahora el descontento fluye casi clandestino e inivisble. Lo que está pasando va mucho más allá de unos recortes económicos o unas reformas. Es un ataque en toda regla a los derechos de ciudadanía, al estado de bienestar, a la democracia.. Los sindicatos han convocado manifestaciones para este sábado. Es una buena oportunidad, no tenemos demasiadas, para decirle a Zapatero que tenga valentía para hacer su política o para dimitir, reconociendo honradamente su cobardía, aunque lo que venga sea peor. Más vale eso que hacerle el trabajo a una derecha que va a acabar gobernando, pero con una buen parte del trabajo sucio ya realizado por un gobierno que todavía tiene el morro de autodenominarse "socialista".

No hay comentarios:

Publicar un comentario